jueves, 24 de diciembre de 2015

Entorno personal de aprendizaje (PLE) o cómo te lo montas para aprender



Mi amiga Itziar Kerexeta, con la que comparto algunos retos profesionales, me lanzaba hace unos días el guante para que escribiera un post sobre el Personal Learning Environment (PLE). O, lo que es lo mismo, el Entorno Personal de Aprendizaje. Los retos me gustan, aprender también. Si le sumamos la satisfacción por responder a la petición de una amiga la cuestión estaba clara. Así que aquí va mi respuesta al desafío.

Tengo que comenzar reconociendo que este es un tema nuevo para mi. La expresión la había oído pero no le había dedicado mayor atención, así que este juego que me ha propuesto Itziar ha tenido la virtud de darme una buena excusa para entrar con un poco más de profundidad en el asunto del PLE.

Tengo unos cuantos años de "juventud acumulada" y lo primero que me ha venido a la cabeza al leer sobre el tema son las clases de técnicas de estudio que teníamos los que provenimos de la era analógica. Allí te enseñaban a como organizar los apuntes, te planteaban la conveniencia de hacer fichas de lectura, aprendías a buscar libros y artículos en la biblioteca,... Unos subrayaban los párrafos interesantes de los libros, otros los destacaban con un rotulador fosforito,... Eran nuestros Entornos de Aprendizaje Personalizados analógicos.

El mundo se ha transformado de una manera radical, para mi inimaginable, en cuanto al acceso a una información masiva y desbordante. Imposible de abarcar. Ahora la cuestión es cómo te lo montas para utilizar las redes sociales, los buscadores, las subscripciones a blogs,... En consecuencia, al hablar de entorno personal de aprendizaje nos estamos refiriendo al conjunto de herramientas, fuentes de información y conexiones que utilizas para favorecer el aprendizaje en este entorno en el que la tecnología y la información se han convertido en puertas clave para el conocimiento.

El planteamiento puede ayudar a sistematizar lo que ya haces de una forma menos estructurada. Incluso te lleva a hacerte algunas preguntas interesantes y a descubrir opciones que pueden mejorar las diferentes fases del proceso de generación de conocimiento. ¿Qué herramientas son las más eficientes para buscar información? ¿Y para filtrarla y guardarla? ¿y para gestionar las tareas y la información recopilada? ¿Y para compartirla con otros? ¿Y para trabajar colaborativamente?...

Probablemente sea mi desconocimiento del tema en profundidad, sin embargo, me preocupa que se limite el aprendizaje al manejo de información. Desde luego que la información bien procesada es la base del conocimiento. Sin embargo, hay aprendizajes que requieren pasar a la acción. Una acción que vaya más allá de dar a enviar o a compartir nuestras reflexiones o incluso a elaborar un trabajo de manera colaborativa. En este sentido, echo en falta que el entorno personal de aprendizaje no plantee también cómo montárselo para prototipar, probar, experimentar,... Hacer, al fin y al cabo. Y hacer más allá del entorno virtual. 

Seguro que podemos identificar toda la información más significativa sobre las técnicas de la natación. Podemos compartirla y construir nuevas reflexiones e ideas de manera colaborativa en torno a ellas. Sin embargo, el riesgo de morir ahogados es muy elevado si pensamos que con eso nadar no tiene secretos para nosotros. El aprendizaje en muchos ámbitos de la vida, especialmente aquellos con un mayor peso de la vertiente emocional y relacional, necesita de la práctica. Quizás esta podría ser una línea a desarrollar en el marco del entorno personal de aprendizaje ¿cómo te lo montas para practicar, para llevar a la acción los conocimientos que has adquirido?

La imagen está tomada de esta página: Programa de Biología V.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Administraciones públicas, modernidad y necesidades de la ciudadanía

Tengo la impresión de que estamos asistiendo a una nueva versión del "todo por el pueblo pero sin el pueblo". Las administraciones públicas vuelven a repetir dinámicas del pasado pero travestidas de la última modernidad. Parece que la experiencia frustrante y en gran medida frustrada de la administración electrónica no ha aportado demasiado aprendizaje. Ahora toca a la transparencia. El uso de las redes sociales ya está esperando para ser el próximo hito en esta dinámica que se me antoja una fuga hacia adelante.

¿Y a la mayoría de los ciudadanos que es lo que les interesa de las administraciones públicas? ¿qué esperan de ellas? ¿para qué necesitan la transparencia? ¿cómo les gustaría que usaran las redes sociales las administraciones públicas? Leo mucho de todo lo que se está haciendo para ser los más transparentes, veo experiencias sobre el uso de las redes sociales en la administración pública. Encuentro mucha menos información sobre cuanto está costando todo esto. Por ejemplo ¿qué inversión está suponiendo para un ayuntamiento medio adecuarse a la Ley de Transparencia? ¿Cuanto gasto en tecnología? ¿cuántas horas de trabajo de empleados y empleadas públicos? ¿cuanto en asesoramiento externo?

Tampoco se habla mucho del impacto de toda esa inversión ¿cuantas personas están entrando a los portales de transparencia? ¿para qué se está usando por la ciudadanía la información existente en ellos? No leo informes sobre lo que la ciudadanía necesita de la transparencia, solo encuentro opiniones de expertos o de empleados públicos que opinan sobre sus bondades y carencias. Tampoco encuentro estudios que muestren la demanda ciudadana de presencia de las administraciones públicas en las redes sociales.

Vuelvo a vivir la sensación de que hay cosas que parece que se autojustifican, están bien en sí mismas al margen de sus resultados. Cómo vas a opinar cuestionando lo que se hace para aumentar la transparencia. A quién se le puede ocurrir poner en duda las redes sociales como el futuro de las relaciones con la ciudadanía. Y esa sensación no me gusta. Creo que perdemos la perspectiva. Lo que de verdad importa es servir a la ciudadanía "realmente existente". Sus necesidades, sus expectativas ¿y cómo hacerlo si no dedicamos el tiempo, el esfuerzo y el dinero necesario para escucharla, para entender qué es lo que espera de los servicios que le presta la administración pública? ¿cuánto se dedica a profundizar las necesidades diferentes de diferentes grupos de población? ¿de qué manera se testa lo que se diseña para la ciudadanía para valorar su adecuación real a lo que espera y necesita?

Por este camino tendremos una administraciones públicas muy modernas, enormemente transparentes, con gran presencia en las redes sociales, con posibilidad de tramitar todo electrónicamente. Y la ciudadanía no mirará la información transparentada, pasará de las redes sociales de la administración, seguirá tramitando presencialmente,... Transparencia sí, redes sociales también, tramitación electrónica sin duda, pero al servicio de la ciudadanía, no de lo que otros consideran que necesita.