lunes, 29 de diciembre de 2014

Fuego y cenizas en la política: la experiencia de un político atípico (y 3)


Y con éste termino la serie de post dedicados al libro "Fuego y cenizas: éxito y fracaso en política", en el que Michael Ignatieff plasma sus reflexiones y aprendizajes tras cinco años de vivir en la primera línea de la política canadiense.


LA POLITICA Y LOS VOTANTES

"Uno no comparte con sus votantes la misma información, el mismo espacio o las mismas preocupaciones. Las cuestiones políticas se dividen más o menos en dos tipos: aquellas que importan solo a los políticos y al pequeño grupo de la prensa política y los partidarios que siguen el juego, y aquellas mucho menos numerosas que importan a la gente en general. Puedes destruir tu carrera si confundes el primer tipo con el segundo."

"El motivo racional por el que en la política los temas importan menos que la personalidad, y por el que las elecciones giran en torno a qué candidato se gana su derecho a ser escuchado, es que los votantes valen para decidir quién es digno de ser escuchado y quién es digno de confianza. Para decidir en quién confiar, los votantes se centran en la cuestión de si el candidato es como ellos o no. La pregunta que un ciudadano se hace al determinar si otro ciudadano debe representarle es si esa persona es representativa de él mismo. Los votantes quieren que un candidato los reconozca, y los candidatos demuestran tal reconocimiento probando que son uno de ellos".

"Los votantes rara vez recuerdan lo que hiciste por ellos ayer. Están interesados solo en lo que vas a hacer por ellos mañana".

"Los ciudadanos saben la diferencia entre alguien que busca su aprobación y alguien que busca su respeto. No siempre tienes que ser popular para tener éxito. No necesitas gustar a tu gente, pero su respeto es esencial. Deben notar que eres una persona íntegra y que estás esforzándote por ellos."

LA POLÍTICA Y EL PARTIDO

"No puedo recordar un solo discurso de los últimos cinco años destinado a persuadir, aunque escuché muchos que recitaban fielmente las consignas del partido. El látigo de la disciplina de partido implicaba que todos nosotros, y me incluyo en esto, no representábamos tanto a la gente que nos había llevado hasta allí como al partido que nos mantenía a raya."

"Los votantes también te dicen que odian el partidismo porque es muy insincero. No pueden creer lo que los políticos dicen porque esos mismos políticos no parecen creer mucho en ello. Ciertamente, los votantes no se equivocan en esto. El partidismo premia la lealtad sobre la honestidad, la repetición de los mantras del partido a expensas de la defensa de lo que uno cree. Todo político ha tenido que vender humo en un momento dado. Para aquellos que creen que la esencia de la vocación política es decirle la verdad al poder, la hipocresía es moralmente repelente. Pero a menudo es necesaria".

"Llegué a creer que mi propia conciencia importaba, pero la unidad del partido era más importante si teníamos que alcanzar el poder. Sin el poder, no podíamos hacer nada. Pero también había un claro límite a lo que el poder podía exigir de uno. Uno no podía permitirse el lujo de olvidar lo que en realidad era la verdad y, si lo hacía, corría el riesgo de convertirse en un mediocre. La mayoría de los políticos no se vuelve mediocre de forma consciente. Intentas aferrarte a tu verdadero yo como puedes, pero no hay posibilidad de mantener ese yo al cien por cien en los compromisos que la política te obliga a alcanzar".


LA POLÍTICA Y LA COMUNICACIÓN

"Tan pronto como la democracia pierda su vinculación con lo físico, tan pronto como el lugar de la política no sea el salón de actos, la sala de estar, el restaurante o el bar local y resida únicamente en la pantalla de televisión y en una página web, tendremos problemas, porque estaremos totalmente en las manos de los asesores de imagen y de las fantasías que inventan." 

"Si Internet sustituye a la política, desaparecerá todo contraste con la realidad y no habrá ya ninguna ocasión para que un votante contemple en persona a un político y tome la decisión de confiar en él o no, de creerle o no. La política tiene que seguir siendo algo corpóreo porque la confianza es corpórea."

"Lo que deseamos de un político, lo que tenemos derecho a pedir, es que nos escuche. En muchas ocasiones escuchar es lo único que puedes hacer. Los problemas de tus conciudadanos pueden no tener una solución política o, al menos, no una que esté en tu mano. La gente aceptará que no puedas solucionar sus problemas si le prestas toda tu atención, mirándola a los ojos, nunca mirando por encima de su hombro a la siguiente persona en la fila."

"Si en estos momentos renuncias a decir lo que piensas, olvidarás la forma en que debe sonar cuando tengas la oportunidad de hacerlo."

"Los políticos necesitan a los asesores y sus encuestas de opinión, grupos de discusión y estrategias de marketing, pero no deberían dejar que profesionales pagados dominen una campaña."

"Toda verdad es buena, dice el proverbio africano, pero no siempre es bueno que se diga toda la verdad. Intenta no mentir nunca, pero tampoco debes contestar a la pregunta que se te ha hecho, sino solo a la que quieres contestar." 

"Yo tenía una comprensión demasiado literal de todo. Pensé que estábamos en unas elecciones, pero en realidad estábamos en un reality show. Pensé que el contenido importaba. Pensé que los números en un programa deben ser coherentes. Nuestro programa lo era y el suyo no. Nada de esto importaba. Era un caso de universos paralelos. Nosotros estábamos en uno, nuestros adversarios estaban en otro, y los votantes estaban en otro distinto. El ganador fue el que entendió esto desde el principio, el que pasó al mundo de los votantes y logró ganarse su atención durante noventa segundos. Ese era el máximo tiempo que nos iban a dedicar."

EL DÍA DESPUÉS

"No hay nada tan ex como un expolítico, especialmente uno que ha sido derrotado. Tu teléfono deja de sonar."

"Cuando estás acabado en política, estás realmente acabado, y es una buena idea aceptarlo tan pronto como puedas."

"En mi caso, había sacrificado el derecho que tenía como escritor y pensador para entrar en política, y ahora que había sido derrotado, había perdido también mi derecho a ser escuchado como político. La derrota me había invalidado como político pero también como escritor y como pensador. Me había convertido en una incomodidad tanto para mis antiguos colegas políticos como para mis nuevos colegas en la universidad. Me preguntaba si servía de algo a alguien."

lunes, 22 de diciembre de 2014

Fuego y cenizas en la política: la experiencia de un político atípico (2)

Sigo con la serie de post dedicados a las reflexiones que Michael Ignatieff hizo a partir de su paso por la vida política y recogidas en el libro "Fuego y cenizas: éxito y fracaso en política".

LOS POLITICOS

"Los políticos, individuos que reúnen en una misma habitación a personas que quieren cosas diferentes para encontrar aquello que comparten y que desean hacer juntas. Un país es una «comunidad imaginada», y los políticos son quienes representan aquello que compartimos y quienes dan con los compromisos que nos permiten vivir juntos y en paz." 

"Los políticos deben descubrir formas de articular lo que nos es común y después impregnar con esa vida común el tejido de sus instituciones."

"Churchill dijo que los políticos no deben ser como un sofá. No debemos tomar la forma de la última persona que se sentó en nosotros. Debemos mantener nuestra forma por todos los medios. Debemos tener principios."

"A medida que te pliegas a los compromisos que impone la vida pública, tu yo público empieza a transformar a tu yo interior. Al cabo de un año de haber entrado en política, tenía la confusa sensación de haber sido atrapado por un doble, un personaje nuevo y extraño que apenas podía reconocer cuando me miraba en el espejo."

"Los problemas empiezan cuando ya no te das cuenta de que el yo público ha sustituido al yo privado. Cuando te olvidas de que posees un ámbito privado que quieres mantener a resguardo de la mirada pública pronto entregas toda tu vida a la política y te conviertes en tu propia sonrisa, en el gesto congelado de genialidad que la política te exige. Cuando sucede esto, estás perdido."

"Aprendí que uno no puede refugiarse en la pureza moral si quiere lograr algo pero, de igual modo, si sacrifica todo principio, uno pierde la razón por la que entró en política para empezar. Estos son los dilemas esenciales de la vida política, pero también los que hacen la política emocionante. No se puede lograr nada a menos que uno se ponga en riesgo."

"El antagonismo es la esencia de la política y vas a necesitar el temperamento de un luchador si quieres sobrevivir. La gente no va a apoyar a alguien que no sabe cómo defenderse. No cabe duda de que duele que te ataquen, pero no es más que un acto de vanidad tomárselo personalmente. Convertirse en adulto es cuestión de aprender a no tomarse nunca las cosas como algo personal: defiende tu honor y tu integridad a toda costa, pero nunca dejes que tu yo más íntimo se vea afectado por un ataque personal. No des a tus adversarios esa satisfacción. Sobre todo, defiende en todo momento tu posición, tu derecho a ser escuchado."

"Ser un buen político implica ser responsable ante la gente que te eligió y ser responsable por tus acciones."

"El respeto por nuestras instituciones implica que tienes la obligación de tratar a tus adversarios como oponentes, nunca como enemigos. La política no es la guerra, sino nuestra única alternativa viable a la misma. La democracia no puede funcionar en ausencia de una cultura de respeto a tu antagonista. En política debes ser leal a ti mismo, a tu partido, a la gente que te ha votado y también al país. Dado que estas lealtades van a entrar en conflicto, debes dejar claro antes de empezar que puede llegar un momento en que tengas que poner a tu país por encima de todo lo demás."

"Tu vida política puede terminar en cualquier momento, así que debes asegurarte de que tienes una vida con anterioridad y estar preparado para seguir con una nueva vida después. Ser consciente de que puedes perder es la mejor garantía de que conservarás tu honradez."

"Tú pones tus propias ambiciones poco modestas al servicio de los demás, y esperas que sean redimidas por el bien que haces. En el camino te manchas las manos para alcanzar fines que se supone son limpios. Utilizas los vicios humanos —la astucia y la falta de compasión— al servicio de las virtudes —la justicia y la decencia—. Sirves a la única divinidad que nos queda —las personas— y debes aprender a aceptar sus veredictos. Estos veredictos pueden ser dolorosos y difíciles de entender, pero no disponemos de nada más en qué poner nuestra fe, en lo que a nuestra vida en común respecta."

LA BATALLA POLÍTICA

"Todavía tenía que aprender que la buena o la mala fe no desempeñan ningún papel. En la política como combate vale todo, y lo que cuenta no es demostrar tu buena fe sino ganar la pelea".

"Estaba totalmente preparado para asumir la responsabilidad de lo que había escrito, pero lo que en realidad había escrito no era lo esencial, y nunca lo es. Lo importante es el modo en que tus oponentes pueden utilizar tu «historial» para obtener una ventaja. La «investigación de oposición», la búsqueda de pasajes incriminatorios, fotografías o frases sacadas de contexto, se ha convertido en un elemento clave del arsenal de la política moderna, y los sabuesos que se especializan en este tipo de «investigación de oposición» disponen de un amplio campo de exploración en Internet".

"Cada palabra que pronuncias se convierte en una oportunidad para que tus adversarios contraataquen".

"Ya no se atacan las ideas o posturas de un candidato. Se ataca lo que el candidato es".

"El partidismo divide a una sociedad ya dividida y convierte a los adversarios en enemigos. Un adversario tiene que ser derrotado, mientras que un enemigo debe ser destruido. No puedes llegar a compromisos con los enemigos. Con los adversarios, el compromiso sí es posible. El adversario de hoy puede convertirse en un aliado mañana."

"Los pueblos democráticos tienen razones para temer este doble fenómeno —una menguante democracia legislativa y un mayor partidismo—, porque juntos debilitan una de las funciones esenciales de la democracia: evitar que los adversarios se conviertan en enemigos."

Continuará...

jueves, 18 de diciembre de 2014

Cambiar la gestión, cambiar la cultura de la administración pública

El Gobierno Vasco está impulsando un importante proyecto orientado a cambiar la gestión del conjunto de unidades administrativas que lo componen. Bajo la denominación de "Aurrerabide", se ha aprobado un modelo de gestión y se ha puesto en marcha un ambicioso programa de formación acción dirigido a todas las personas Directoras y Jefes de Servicio.

He participado activamente tanto en el diseño del modelo como en la facilitación de los talleres de formación acción y desde el Plan de Innovación Pública del Gobierno Vasco me pidieron que escribiera un post para su blog. Lo publicaron la pasada semana y lo reproduzco aquí ahora.

Aurrerabide: cambiar la gestión, cambiar la cultura

El 14 de octubre el Gobierno Vasco aprobó el programa Aurrerabide, mediante el que plantea un Modelo de Gestión Pública Avanzada, así como el proyecto de formación básica y acompañamiento en su implantación“Egiten Ikasi”, dando así refrendo al camino iniciado hace ya un año a modo de experiencia piloto.
Michel Croizier, sociólogo francés fallecido el pasado 2013, tituló uno de sus libros “No se cambia la sociedad por decreto”. Podríamos parafrasearle afirmando que tampoco la administración pública se cambia por un acuerdo del Consejo de Gobierno, … aunque ayuda. De hecho, me parece muy significativo que este proceso de cambio en la cultura de gestión no se inicie con ese acuerdo, sino que diera sus primeros pasos gracias a la convicción de unas pocas personas. Todo cambio empieza siempre por unos pocos. Su éxito depende de la capacidad de esas pocas personas de ir generando conexiones y alianzas, de construir una red de favorables al cambio que vayan asentando sus bases. Y en esto el proceso que está desarrollando el Gobierno Vasco puede considerarse un caso digno de estudio.
También lo es la forma en que se han ido llevando a la práctica otros principios clave para lograr cambios profundos y sostenibles en una organización. Así, por ejemplo, conseguir el apoyo de los más entregados a cualquier propuesta de cambio es relativamente fácil pero su impacto en el conjunto de la organización es bajo. “Estos se apuntan a cualquier cosa”, podría ser la frase que escucharíamos en la organización al saber quienes participan. Sin embargo, si se logra incorporar a personas menos proclives a apoyar cualquier nueva idea las miradas del resto hacia el proceso iniciado tendrán un acento más curioso, “si estos se han apuntado igual hay que darle una vuelta al asunto”. Aurrerabide, en su fase piloto ha incorporado a 35 unidades organizativas y prácticamente 300 personas (Directores y Directoras, Delegadas y Delegados, Responsables de Servicio y Responsables de Área). Desde luego como para darle una vuelta.
Otro aspecto clave de cómo se está gestionando este proceso de cambio ha sido la cantidad de tiempo dedicada a explicar, conversar, escuchar. Con ello, no solo se ha ido haciendo partícipes a las personas de la organización desde momentos tempranos del proceso de cambio sino que se ha dado un mensaje claro de respeto. Un respeto que pasa por entender que existen muchas realidades dentro de una organización de la enorme complejidad que tiene un gobierno. Entender y ser capaz de buscar la forma de darles cabida en el proceso de cambio. Usando la metáfora de Peter Senge que tanto me gusta, el cambio es una danza y hay que saber acoplarse a los diferentes ritmos que se bailan en una organización.
El respeto conlleva también paciencia (proporcional a la dimensión del cambio que se quiere conseguir), pero es igualmente esencial la constancia. Mantener un ritmo claro y explícito que muestre coherencia y convicción en lo que se trata de llevar adelante. En este sentido, el hecho de que Aurrerabide tenga sus raíces en la legislatura anterior y haya seguido creciendo y tomando forma en ésta, me parece que es algo de lo que todos deberíamos felicitarnos, al mostrar la capacidad del Gobierno Vasco, como institución, de mantener en el tiempo y al margen de avatares políticos, un proyecto de cambio estratégico que requerirá aún de alguna legislatura más.
Constancia se muestra también cuando Directores y Directoras del Gobierno (el tercer escalón de carácter político después de Consejeros y Viceconsejeros) participan con asiduidad en las sesiones de “Egiten Ikasi” junto con los funcionarios y funcionarias del primer nivel de responsabilidad en el Gobierno. Ese compromiso político, ahora subrayado con la aprobación de Aurrerabide, fortalece el proceso iniciado y permite seguir dando nuevos pasos para extenderlo al conjunto de la organización.
Sin embargo, cambiar la gestión es cambiar la cultura de una organización. Hay quién se atreve a afirmar que un cambio de ese calado requiere, al menos, de unos cinco años para que muestre sus frutos. Así pues queda mucho camino por recorrer, bastante paciencia que cultivar y mucha constancia que manifestar. Seguro que en el camino aparecerán contradicciones, incoherencias, conflictos,… no hay proceso de cambio que no atraviese por fases de crisis. La fortaleza del grupo impulsor, la red generada, la credibilidad construida, los hechos mostrados, serán claves para superarlos y hacer del Gobierno Vasco una referencia en gestión pública avanzada.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Fuego y cenizas en la política: la experiencia de un político atípico (1)

Michael Ignatieff fue un político atípico. Siendo profesor universitario en Estados Unidos, el Partido Liberal canadiense le propuso en 2006 incorporarse a la política de su país de origen. En el año 2009 es elegido líder de ese partido y en 2011 se presenta como cabeza de lista en las elecciones canadienses. En ese año el Partido Liberla obtuvo los  peores resultados de su historia. Ignatieff perdió su escaño, se retiro de la política y volvió a su vida universitaria.

Esos cinco años configuran el eje central de su libro "Fuego y cenizas: éxito y fracaso en política", en el que podemos adentrarnos en las reflexiones de alguien con la capacidad intelectual de analizar su propia experiencia como si fuera una investigación. En una serie de post le doy la palabra para acercarnos a la política y a las personas que la protagonizan desde una perspectiva diferente.

LOS INICIOS

"A finales de aquel verano, Zsuzsanna se volvió un día hacia mí y me dijo sonriendo: «¿Qué podemos perder?». No teníamos ni idea".

"Hubo ocasiones en las que notaba que estaba influyendo en los acontecimientos, y otras en las que me limitaba a observar con impotencia cómo esos acontecimientos escapaban a mi control; disfruté de momentos de felicidad al pensar que iba a ser capaz de hacer grandes cosas por los demás, y ahora vivo con la pena de que nunca seré capaz de hacer nada. En resumen, viví esa vida. Pagué un precio por lo que aprendí. Perseguí el fuego del poder y contemplé cómo la esperanza quedaba reducida a cenizas".

"Lo primero que debes saber cuando entras en política es por qué lo haces. Nos sorprenderíamos al saber cuánta gente entra en política sin ser capaz de ofrecer una razón convincente de por qué".

"La política pone a prueba tu capacidad de conocerte más que cualquier otra profesión que yo conozca. Lo que he aprendido es que la pregunta de por qué quieres ser un político significa en realidad por quién quieres serlo".

"Aún no me había dado cuenta de que el conocimiento político es algo muy distinto, algo que tiene que ver con tus entrañas y no únicamente con la cabeza, y con saber qué causa debe convertirse en tu caballo de batalla".

"Aunque en ese momento aún no me había dado cuenta, había atravesado el espejo y llegado al especial universo psíquico de todo aquel que pugna por un cargo público. Estaba a punto de pasar los siguientes cinco años de mi vida en un estado de dependencia constante a la opinión de los demás".

"Al entrar en política debes renunciar a la espontaneidad y a uno de los placeres de la vida: decir lo primero que se te viene a la cabeza. Si quieres sobrevivir, debes colocar un filtro entre tu cerebro y tu boca. Cuando las palabras son armas y pueden volverse contra ti, expresarte libremente es un lujo que no puedes permitirte. Tu lenguaje, al igual que tu personalidad, se convierte en objeto de cautela."

CARACTERISTICAS DE LA POLÍTICA

"La candidez no está muy bien recompensada en el mundo de la política".

"Nada te va a causar más problemas en la política que decir la verdad".

"En realidad, aún no había comprendido que, en política, las explicaciones siempre llegan demasiado tarde. Nunca debes dar explicaciones ni quejarte. Como mucho, si eres afortunado, lograrás vengarte".

"Cuando entras en política dejas atrás el mundo amable en el que la gente te concede un cierto margen de error, acaba tus frases por ti y acepta que en realidad no querías decir lo que has dicho, para entrar en un mundo de literalidad hasta extremos impensables en el que solo cuentan las palabras que han salido de tu boca."

"La dramatización es la esencia de la política".

"Los grandes políticos hacen que lo artificial parezca natural. Todas las habilidades humanas aplicadas a la política implican un cierto grado de artificio, pero este artificio debe disimularse con tranquilidad y elegancia."

"Aunque siempre se califica a los políticos de oportunistas, el arte de la política consiste esencialmente en ser un maestro del oportunismo".

"Un intelectual puede estar interesado en las ideas y las políticas en sí mismas, pero el interés de un político reside exclusivamente en saber si el tiempo para una determinada idea ha llegado o no. Cuando llamamos a la política el arte de lo posible nos referimos a lo que es posible aquí y ahora. Lo posible incluye lo potencialmente posible. Allí donde el político medio solo ve una habitación cerrada, el político visionario vislumbra una puerta oculta que abre nuevas oportunidades. Lo que calificamos como suerte en política es en realidad un don para apreciar el momento exacto, para saber cuándo actuar y cuándo esperar una oportunidad mejor."


Continuará...