miércoles, 28 de septiembre de 2011

La fórmula del cambio

Richard Beckhard (1918-1999) fue un experto en el desarrollo de las organizaciones y profesor adjunto en MIT Sloan School of Management de 1963 a 1984. Partiendo de la formulación que inicialmente realizó David Gleicher planteó una fórmula para analizar los procesos de cambio. Lógicamente es una fórmula que podríamos llamar metafórica, ya que se me antoja imposible de darle valores numéricos reales. Sin embargo, ese poder metafórico de esta "fórmula" me parece importante. Pero vayamos al grano. Esta es la formula del cambio:

I x V x PP > R

I es el insatisfacción existente, las ganas de que las cosas sean de otra manera, por decirlo en positivo.
V es la visión, esto es, la existencia en mayor o menor medida de un horizonte claro que se pretende alcanzar con el cambio.
PP es el "primer paso", en otras palabras, en qué medida están claros los primeros pasos que ese cambio conlleva.
R es la resistencia al cambio, la intensidad con que se presenta esa resistencia a cambiar propia de cualquier persona u organización.

Así pues, la fórmula nos indica que el producto de la insatisfacción por la visión por el primer paso ha de ser superior a la resistencia al cambio. La distancia que exista entre el resultado de la multiplicación de esas tres variables con el valor de la intensidad de la resistencia al cambio nos mostrará la "ventana de oportunidad" existente para el cambio. En otras palabras, las posibilidades de que ese proyecto de cambio logre salvar los obstáculos que se le puedan presentar.

Sin que nadie se sienta minusvalorado, permitirme que continúe recordando que si cualquiera de las tres variables que se multiplican es igual a cero, el resultante de la operación es cero. Es decir, aunque se disponga de una clara visión y esté muy bien planteado el primer paso, si la insatisfacción con las situación actual es cero, el resultado de la multiplicación es cero y, en consecuencia, las posibilidades de que el proceso de cambio supere a las resistencias serían nulas. Lo mismo ocurriría si lo que si fueran cero la variable "visión" o la variable "primer paso".

Leído en positivo, un proceso de cambio requiere de un mínimo de "insatisfacción" con la realidad, actual, una visión de lo que se quiere conseguir que permita generar el entusiasmo necesario para lograrla y claridad respecto al primer paso a dar para hacer efectivo ese cambio. Solo así habrá una energía, una fuerza suficiente en el proyecto como para superar las resistencias que han de surgir.

Como decía al principio, el valor numérico de esta fórmula me parece imposible de establecer, pero creo que es una manera muy gráfica de expresar algunos de los elementos esenciales ha considerar en cualquier proceso de cambio.

Esta fórmula la he conocido gracias a Eugenio Moliní, a cuyo curso "Participación genuina" estoy asistiendo.

martes, 20 de septiembre de 2011

Los dinosaurios, el cambio y la administración

Hace unos días visitaba un ayuntamiento con el que estoy colaborando. Su objetivo es transformar su sistema de atención a la ciudadanía. El proyecto lo lanzó la anterior corporación y, a pesar de haberse producido un cambio en el partido gobernante, el nuevo equipo de gobierno ha hecho suya la iniciativa. Resulta gratificante comprobar cómo han sido capaces de diferenciar el cambio de rumbo político con el sentido de un proyecto que puede catalogarse de políticamente transversal.

En ese contexto retomábamos el proyecto con una reunión centrada en alguna de las dificultades que van surgiendo en el proceso. En un momento de la reunión, como si de un viaje en el tiempo se tratara, uno de los asistentes soltó un par de perlas. Para empezar, nos dejó claro que su función es velar por la legalidad del procedimiento, "si es lento o rápido me resulta igual". Por si no había quedado claro, un poco más adelante matizó, "en la administración es mejor que las cosas sean lentas". A lo largo de mi vida profesional ya he escuchado cosas similares pero pensaba que habían quedado recogidas en un museo de historia. Pero no, ahí están, y cuando alguien las sostiene no se abordables desde lo racional. De nada sirve tratar de explicar que la velocidad y la legalidad se mueven en dos planos diferentes que no se contraponen. Se puede ser legal y rápido, lo mismo que lento e ilegal ¿por qué no buscar la manera de ser lo más rápido posible dentro de la legalidad? En ese empeño están miles de funcionarios y funcionarias.

Sorpresa, lo que se dice una sorpresa, no era. Este funcionario es el que había manifestado más claramente sus reservas ante este proyecto de cambio. Durante unos meses traté de encontrar un punto de encuentro, resalté la aportación que supone que haya alguien que portavocea las inquietudes de la organización. El proceso avanzaba, sin su entusiasmo, pero avanzaba. Sin embargo, el inicio de una nueva legislatura, con un equipo de gobierno nuevo y joven, ha generado nuevas reacciones. Cada parte del sistema que configura la organizacón municipal se tiene que "recolocar", buscar su sitio en esta nueva situación. En este contexto, esta intervención la vi como una manera de "marcar territorio". La respuesta de la nueva concejala fue clara y nítida: la corporación ha decidido apoyar este proyecto y lo vamos a llevar adelante.

Es interesante ver como personas nuevas introducen dinámicas nuevas y aportan formas de estar en la organización frescas y claras. A veces se escuchan voces que subrayan los efectos negativos que puede tener el cambio derivado de un vuelco electoral. Sin embargo, más allá de que la ciudadanía es soberana para decidir quien desea que gobierne, el cambio aporta oportunidades que si se saben aprovechar pueden suponer un impulso muy saludable para la organización municipal.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Nuevos proyectos: UDALBARRIA. Liderazgo y coaching político.

Cuando trabajas como profesional independiente resulta muy evidente que no puedes responder a todas las necesidades que puedan plantearte. La omnipotencia se lleva mal con esta forma de ejercicio profesional. Quizás por eso, cada vez que me encuentro con otra persona u organización que me resulta interesante veo la posibilidad de coorperar, de colaborar, de cocrear. Esto me pasó con Roberto Otxandio cuando coincidimos en EUDEL facilitando Agendas Locales de Innovación.

Ese espacio compartido nos hizo ver que compartimos un profundo conocimiento de la administración local, producto de nuestro respectivos recorridos personales, además de una manera similar de afrontar los procesos de apoyo y consultoría. Básicamente para ambos es clave la cercanía, la personalización de los proyectos y la búsqueda de la máxima utilidad para quienes confían en nosotros. Por si fuera poco, también comprobamos que compartíamos una visión similar sobre la necesidad imperiosa de transformación de nuestra administración.

Sobre esas bases hemos decidido lanzar un proyecto conjunto, en el que mantenemos nuestra independencia pero buscamos potenciar las sinergias de nuestro bagaje profesional. Lo hemos bautizado como "UDALBARRIA. Liderazgo y coaching político" y pretendemos facilitar, a Alcaldes y Alcaldesas y los gobiernos locales, el acompañamiento necesario para culminar con éxito los procesos de transformación y modernización que desean liderar en las Instituciones que dirigen.

Como  punto de inicio, el próximo día 27 de septiembre, martes,  entre las 16:30 y 18:30 realizaremos un taller (de carácter gratuito) dirigido a alcaldes y alcaldes y otros miembros de los gobiernos locales. Tendrá lugar en el Parque Empresarial Bora, nº 19 (Amorebieta). Si te interesa puedes pinchar aquí.

Hemos diseñado el taller de una forma muy dinámica y generadora de debate. Los principales ejes que pretendemos a abordar (con la lógica limitación del tiempo que hemos establecido) son:
  • El liderazgo político en nuestros ayuntamientos.
  • La toma de decisiones, proceso clave del liderazgo político.
  • El desarrollo de equipos de trabajo efectivos.
  • La generación de confianza como base del compromiso y la implicación